Hay semanas en que uno desearía ser autista, no ver, no oír, no sentir nauseas.
Pero no, no hay suerte y se oye y se ve y se ha de tener cerca un retrete para poder vomitar.
Por que van y por todas partes te las dan, con una sonrisa de calavera, pero te las dan.
Por un lado… bueno, no hay otra forma para decirlo y yo no me ando con paños tibios así que… ¿Que les pasa a las mujeres, son profundamente gilipollas o que?
Vuelven por innumerable ocasión las mentes estéticas (?) a intentar imponer el tipo de mujer “jugadora de baloncesto de Treblinca”.
Y las niñas y no tan niñas a practicar con ahínco la anorexia y la bulimia para acercarse a esos cuerpos escuálidos, enfermos, repulsivos, recién salidos de un torno de tortura.
Una chica, por llamarla algo, de un metro ochenta —algo menos — y cincuenta y cinco kilos es despedida por gorda. Y el modisto maricón lo justifica por una visión onírica e idealista de la… ¿mujer?
Hay que joderse. Y las mujeres cosmo a aplaudir.
La clave está en la palabra maricón que en este caso si utilizo con todo animo despectivo.
Todos los modistos, los diseñadores, los críticos y periodistos de moda son eso, maricones. Pero no simples homosexuales civiles, no, Locas Salvajes desquiciadas que hacen parecer moderado a Boris Izaguirre, y en la mayoría de los caso pederastas o esa versión más dulcificada que Nacinger zeta ha intentado colar para justificar algunos de sus curas; efebodastas.
Vamos, que no es que prefieran a personas de su mismo sexo, no, sino que prefieren cuerpos inmaduros, niños. Efebos.
Así que de curvas, caderas y senos ni hablamos, claro esta.
¿Y las mujeres se atormentan deseando seguir los cánones estéticos que imponen estos individuos?
Pa matarlas, que decía mi padre.
Vamos a ver. Cincuenta o sesenta kilos es lo que venían pesando mujeres como Marilin, Rita, Ava Gatner — de la que se dijo que era el animal más bello de la tierra — o ya en plan latino, la Loyobrigida o Bebe.
Tenemos más ejemplos y algo más recientes en nuestro país, todos anteriores a las escuálidas Pe y compañía, pero a lo que voy es que esas mujeres de curvas rotundas, de caderas redondas, de pecho firmes y sin operar, — o casi, que no es de ahora el bisturí —, esa mujeres diosas de la fertilidad, perfectas pruebas de virilidad puesto que cualquiera que no sienta un escalofrío recorrerle la espalda al mirarla se que no tienen clara su sexualidad.
Todas esa maravillosas hembras, pesaban más o menos lo mismo y ninguna superaba el metro sesenta, poco más o menos.
Parecían enormes por su belleza sexual en las pantallas, pero en realidad, eran mujeres pequeñitas y muy pero que muy bien construidas.
Eran mujeres de noventa sesenta noventa, diábolos perfectos, que respiraban sexualidad femenina… porque estaban proporcionadas.
Si hacemos el experimento de ampliarlas a escala, por ejemplo, una Ava de un metro noventa, pesaría casi cien kilos, se gastaría un cuarenta y cinco de pie y sí, mediría el mítico noventa, pero de cintura.
Para caderas y pechos serían inútiles los metros de modista.
¡La invasión de las mujeres estupendas gigantes! Parece un folletín de los cincuenta.
¿Quien querría ser así? Pero desean ser pértigas sin formas porque un señor que siente repulsión patológica por las mujeres diseña sus modelitos pensando en efebos andróginos e inmaduros.
Bueno. Creo que no hace falta razonar mucho más para que sea evidente que si una mujer se deja aconsejar estéticamente por un individuo de estos es que tiene un serio problema mental, y no me refiero a la anorexia, sino que es gilipollas.
Dicen que los hombre somos cada vez menos fértiles y más fríos. Si alguna mujer no lo entiende que compare el canon estético de las mujeres del cine porno con esos entes — me niego a llamarlas mujeres — de las pasarelas y luego pregunte a cualquier hombre que canon les gusta más.
Los modistos pretenden la extinción de la especie, porque el día que todas las mujeres sean como las “modelos”, no habrá hombre capaz de tener una erección.
Luego se quejan de que cada vez halla más homosexuales. ¡Joder, si es que a lo que vamos es a que no exista diferencia, que coño!, pero creo que es ese el plan de los modistos, y vosotras, cacho memas, les hacéis el juego cómplice. ¡Hay que joderse!
Otro tema.
Aunque la verdad es que son varios relacionados y no quisiera extenderme más de la cuenta, que ya soy demasiado pesado.
Veremos, dijo un ciego.
Van y aparecen otra vez toda esta gentuza bien pensante y tan pero tan moral a meterse con lo que hagan o dejen de hacer la mujeres con su coño.
No, si yo lo entiendo. Es lógico que no quieran una ley del aborto moderna y progresista porque ellos llevan toda la vida cultivando el concepto de “trágala por que yo lo digo”.
Vamos a ver; esta gente, cuando hablan de una ley, de lo que están hablando siempre es de obligar a todo el mundo a hacer lo que ellos digan a través de esa ley.
Son gente de ordeno y mando, de él que no haga lo que digo al paredón y el resto de la población también, por sospechosos.
Son esa gente que nos dio leyes como la de “Vagos y maleantes” o de “Peligrosidad pública”, leyes que llevamos treinta y cinco años intentando sacar poco a poco de los códigos legales porque son salvajadas, ademas de absurdas y arbitrarias, que van en contra de los más básicos derechos de las personas, como la igualdad ante la ley, por poner un caso.
Igualdad que, de paso, no existe de facto en la realidad en este país de momento.
SU concepto es hacer leyes para obligar a todo el mundo a cumplirlas por cojones.
La ley es para obligar a todo el mundo a hacer lo que nosotros queramos.
Pero es que mire usted, en un país democrático o seudo democrático hay leyes DE DERECHOS, leyes que simplemente otorgan la posibilidad de poder proceder de una u otra manera al amparo de la ley y ya está.
Pero que NO obligan a nadie a hacer nada si la persona no quiere.
Son LIBERTADES, y como todo el mundo debiera saber, las libertades son una cosa que podemos o no ejercer en cada momento.
Aunque también es cierto que con esta gentuza, si no ejerces y proteges tus derechos a capa y espada todos los días, te quitan en un segundo lo que se ha tardado años de sangre, sudor y lágrimas conseguir.
Ellos esto lo saben muy bien, por eso no les gusta otorgar derechos, porque lo mismo los ejercemos.
Si nadie ejerciera el derecho que da la ley, ellos no dirían ni pío.
Pero el caso es que entre las pocas cosas sensatas que les están dejando hacer a este gobierno, está el derecho al aborto, el DERECHO que no la obligación, el derecho a que cualquier mujer pueda solucionar un error, sin que por ello tenga que sufrir sus consecuencia de por vida, ella y otro ser vivo.
Pero claro, ellos prefieren un niño pequeño cosiendo en una fabrica de Lacoste antes que permitir el aborto. Derecho a la vida, sí, ya se en que consiste su concepto de derecho a la vida.
Nada en la ley obliga a ninguna mujer que se queda embarazada a abortar contra su voluntad, ni siquiera en el caso de malformaciones graves o peligro evidente para la vida.
Si una mujer es lo suficientemente idiota o fanática como para seguir adelante con su embarazo en esas condiciones, la ley no le obliga a nada.
Es más, hay leyes que protegen su derecho al suicidio o a causar malformaciones a su hijo, pero esta gente no protesta por esos derechos.
Pero la ley le otorga el DERECHO a elegir lo que quiere hacer con su cuerpo y su vida.
Un derecho, simplemente.
Pues no, hay que prohibir el aborto y negarle la sexualidad a las mujeres, que deben estar en casa, con la pierna quebrada y en todo caso, salir bajo la tutela de un hombre — de bien, claro. Y si no es de bien, pues que se jodan y lo sufran con paciencia cristiana — solo salir para votar al más reaccionario, al que le diga su tutor, o sujetar pancartas en contra del aborto.
Yo, la verdad, preferiría una educación sexual — y en general — bien estructurada, desde que los niños salen de la guardería, que eso de que los críos son asexuados solo es otra estupidez de meapilas.
Preferiría que todo ser humano viviera su sexualidad — y cualquier otro aspecto de su vida — con responsabilidad, conocimiento consciente y libertad.
Porque posiblemente, así, no haría falta una ley del aborto.
Pero ellos los mismos que montan manifestaciones contra el aborto, prefieren que las personas sean ignorante y brutales, porque así es más fácil manejar las masas.
Aprovecharse de ellas.
Así que en vez de educación sensata y racional, adoctrinamiento en los principios básicos del movimiento nacional.
¿Educación para la ciudadanía?, ¡que va!
Un hombre de bien, de buena familia, siempre sabe como debe comportarse y siempre será un hombre de bien, honrado y cívico — las mujeres en casa con la pata quebrada —.
Como lo son los peperos de Valencia o Mallorca, ¿verdad?
Ya. El día que convoquen a un congreso a los peperos de bien, cabrán en una cabina de teléfonos. Bueno, si hacen como siempre y son ellos los que deciden que es ser honrado…
En todo caso, lo que más me indigna es que a esa manifestaciones en contra de un derecho — no una obligación , repito — van mujeres, incluso muy jóvenes, e incluso por propia voluntad, para exigir que a ellas les quiten el derecho a elegir lo que pueden o no hacer con sus cuerpos.
¿O es que ellas pueden hacer lo que quieran y lo que pretenden es que le prohiban el aborto a otras mujeres y no se sienten aludidas? Bueno, ellas, las niñas de familia bien, las queridas, las señoras, son las que se marchaban a Londres un fin de semana al la luz del haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.
Es a la purria a la que hay que prohibir el aborto ¿verdad?
El ganado tiene que reproducirse y eso somos para ellos, ganado.
bitácora
Pues bonitas, vosotras no hagáis lo que no queráis, pero dejad en paz a los demás, ¿no?
Pues no, ademas de gilipollas, cabronas, aplicando la teoría de castas.
A mi me parece muy bien que una monja sea célibe y se pase la vida ora et labora y a lo sumo en éxtasis místico. Muy bien, puede malgastar su vida como quieran, sí señor… salvo que quiera que yo la mantenga por la jeta.
Entonces de ni de coña.
Pero claro, los progresistas no son como los fascistas.
Aunque se debería hacer lo mismo y, pongamos por caso, salir a la calle en multitudinaria manifestación para que los curas, monjas y frailes vivan de SU trabajo — o sus acciones en empresas del tercer mundo que explotan niños o simplemente en las fabricas de los condones cuyo uso condenan — y no de los impuestos de todos. Pues no se hace, se respeta la forma de vida y los derechos de los demás, por eso, por que somos tolerantes.
Por eso la izquierda siempre ha perdido, porque respeta a priori y ellos no.
Mientras, que los obispos salen a la calle a intentar impedirnos vivir en paz, simplemente porque no pensamos como ellos.
O más fácil, porque no queremos vivir como ellos nos quieren obligar a hacerlo.
Aunque claro, si no pensamos como ellos y no les obedecemos es que no tenemos derecho a la vida. Así han respaldado siempre el exterminio sistemático de los subversivos, aplicando el único aborto que apoyan, el retroactivo y selectivo.
Ese es su cristianismo.
En fin, ¿se nota mucho que me ponen enfermo?
Hay más cosas que me han revuelto las tripas esta semana y están relacionadas con el repugnante doble rasero de esta gentuza, pero lo dejo para otra entrega, que esto ya se ha alargado mucho.
Jorge Díaz
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