A partir de ahora, en esta página y hasta que el cantamañanas de Mamoncin consiga cerrar esta bitácora por decir la verdad, esto es; son todos unos cantamañanas. Vamos a asimilar la palabra Gilipollez con Acto de la Esgae y sus insoportables miembros.
Quizás, digo yo, si en vez de andar persiguiendo supuestas piraterías y pretendiendo cobrar impuestos revolucionarios, se dedicaran a intentar hacer algo medianamente digno, existiría alguien dispuesto a pagar cuarenta euros por sus putos discos.
Pero claro, la gran mayoría de la gente, por ingenua que sea para pensar que después de los años a fin lo mismo aprende a cantar el Alejandrito, en vez de berrear como un gato afónico, por poner por caso, pero no son tan tontos como para comprar el disquito sin antes haberlo probado — y haberse horrorizado — antes descargándolo.
Claro que después de oírlo, si lo descargas lo borras y punto, pero el disco son cuarenta euracos.
Vamos, que ni el más tonto con el gusto justo a la almorrana y tímpanos de corcho pasa por caja por esas grandes obras, pasan por el top manta como mucho — que por cierto, las discográficas están detrás de muchos de estos top manta en plan caja B —.
Mira los Camelos, esos no sufren de piratería porque venden a pelo puta en gasolineras y áreas de servicio, pero claro, los esgae son mu importantes como para vender a tres euros — que ni así —.
Claro, lógicamente no les gusta la piratería porque así tienen más primos que piquen pasando por caja y no tienen que aprender a hacer algo… dejémoslo en digno.
Lo más curioso es que todos estos pretendidos artistas de la esgae son fracasadillos con mucho morro y pocas ventas y que venderían aún menos si no fuera por el dineral que se gastan en auto promoción.
¿Alguien en su sano juicio compra lo último del Del Pozo?
Los auténticos artistas, los buenos, se las trae floja las descargas piratas porque aun a pesar de ellas venden y mucho.
Bueno, lo que decía, en está casa y como estoy hasta los cojones de pagar la extorsión de esta gentuza al compra un disco para guardar MI propiedad intelectual, pues eso, hasta que no me devuelvan los cientos de euros que me han extorsionado, definiré gilipollez como cosa de la esgae.
Y voy con dos ejemplos que me he encontrado por la red — y uso las fotos porque me sale de los cojones, que me cierren la bitácora si se atreven, que mis fotos me las han pirateado mucho y nadie me ha dado canon alguno para compensarme, que coño—.
La primera es el colmo del pijerío tecnológico digno de la esgae y Mamoncin o Rosarito — y el gato sigue haciendo uyuyuyuy cada vez que la oye —.
El aparato es un cacharrito que dispara un ultrasonido molesto para el oído de los cánidos cuando el el perrito se acerca al vater a beber de él y así asustarlo.
Bueno, vale, es un invento pero… ¿no es más fácil cerrar la tapa y punto?, porque vamos, hay que ser profundamente gilipollas para gastarse cerca de setenta euros en un cacharro espanta canes cuando lo más fácil y educado es bajar al tapa del vater.
Vamos, que cosa de Tedi Babosita.
Bueno, es una de esas cosas que son tópicas, aun me acuerdo de aquel episodio de cesei en el que descubrían que había pasado un hombre por la escena del crimen porque la tapa del vater estaba levantada y la víctima era mujer…
Otra de Locuquillo y su tupé porque por ejemplo, conocí a una mujer, mi difunta, que siempre, siempre, pero siempre dejaba la tapa levantada y siempre, pero siempre siempre, era yo el que la bajaba, siempre lo he hecho que así me educaron, para bajar la tapa del vater, cruzar por el paso de peatones y usar papeleras, así de raro soy.
Así que decir que los hombres siempre se dejan la tapa levantada y las mujeres siempre la bajan es una gilipollez digna de Alenjanfónico Sans.
Otra.
El hacerse tatuajes es una de las costumbres más estúpidas que se pueden tener, aún diría que es más tonto que fumar.
Me hincharé a reír cuando de aquí a unos años se hable del problema que sufren algunas mujeres que por ponerse tatuajes no pueden parir con la epidural.
Sus jodeis por gilipollas tatuadas, que coño.
O que hay muchas infecciones por tatuajes hechos sin salubridad, pues sus jodeis.
Peor será cuando los geriátricos se llenen de pieles tumefactas y arrugadas, llenas de rayones y colorines sin sentido.
Me lo imagino como un sarpei de cretona de sofá cutre.
Bueno, creo que los que se planteen la geriatría como profesión de futuro deberían replanteárselo no sea que acaben muriendo de síndrome de nausea continua.
Pero la mamarrachada digna de la esgae es tatuarse la cámara fotográfica preferida en el brazo.
Joder, ¿que pasa con el “amor de madre”, el “viva la patria”, el clásico símbolito céltico o carcelario de toda la vida?
¡Bah, ni hablar! va el primo y se tatúa la Cikon o la Nacon y así se manifiesta su amor por su cámara.
Joer, y yo que cuando me tire una década siendo fotero consideraba la cámara como una simple herramienta, que sí, que las tengo cariño y guardo la media docena que he usado en mi vida, pero tatuármela… ni que fuera artista de la esgae.
Lo dicho, o estos son de la esgae o yo soy muy rarito.
Hala, ya está dicho, y desafío a la pandilla de cantamañanas de la esgae a que me cierren la bitácora, que yo la abro mañana en otro sitio tan pancho y tan contento, a ver quien se cansa antes.
Jorge Díaz.
Yo pirateo por joderles y lo tiro a la basura.