
Ponle freno... vale, pero a que exactamente, esa es la pregunta.
Cualquier actividad humana supone una cierta cantidad de riesgo de alguna clase, la obsesión por obtener una sociedad segura, además de maniqueista es una pretensión ingenua, cuando no estúpida.
Todo conlleva un peligro porque solo los seres vivos pueden sufrir y morir, es una ley universal.
Deberíamos asumir que cualquier actividad puede tener consecuencias y aceptarlo con serenidad.
Pero no es de la responsabilidad ante la vida de lo que quiero hablar, sino de esas campañas terroristas de seguridad vial tan de moda hoy día.
¿Creen ustedes que son sinceras e impulsadas por la preocupación por los riegos que suponen las carreteras?, ¿son sensibilidad por las víctimas?, vale, analicemos unos cuantos ejemplos.
Primero; Los radares.
Las autoridades insisten en el riesgo que supone la velocidad inadecuada en la conducción, sin pararse a considerar que en muchas carreteras, al única velocidad adecuada seria ir por otra carretera, si eso fuera posible, claro esta.
Pero colocan los susodichos radares en tramos de vías que siempre reúnen cualidades curiosas; rectas largas, autovías, carreteras en buen estado, tramos cómodos después de tramos de curvas complicados, salidas de travesías…
Suelen justificarlo diciendo que así evitan que la gente conduzca a mucha velocidad en esas zonas, pero nunca colocan esos radares en zonas problemáticas o puntos negros.
Solo en tramos donde excederse en la velocidad no solo no suele tener consecuencias, — los alemanes llevan décadas demostrando que es la formación de los conductores y no las limitaciones de velocidad lo que disminuye el indice de accidentes — sino que suele ser muy difícil no acelerar de forma inconsciente.
Luego dicen que no le mueve un ínteres recaudatorio.
Segundo; La señalización de puntos negros.
Lo que a mi me resulta inexplicable es el motivo que justifica que conociendo los puntos peligrosamente mal diseñados y peor señalizados de las carreteras, no se corrijan.
Y no solo no se corrijan, sino que se traslade la responsabilidad al conductor, diciéndole que se le advierte de lo peligroso que es conducir en ese punto y allá el y su conciencia.
Había una carretera en la Barbanza tan mal diseñada que los accidentes se producían todos los días, y durante años solo pusieron un cártel en los accesos advirtiendo de los accidentes que se producían en esa carretera.
Sin comentarios.
Pero no me explico porque los promotores, diseñadores y políticos responsables de la carretera no están en la cárcel.
A eso le llaman lavarse las manos.
Tercero; La iniciativa de las luces encendidas.
Un coche actual, consume entre un cinco y un diez por ciento más cuando lleva las luces encendidas, no hay, salvo en vehículos de muy alta gama y muy reciente producción modelos que tengan sistemas de iluminación de bajo consumo por led, por ejemplo.
Hay, hace muchos años un sistema de señalización visual que equipa a los vehículos y que esta destinado a señalizar las maniobras para reducir los riegos en las vías.
Los intermitentes.
Sin embargo, es imposible salir a la calle y tardar más de diez minutos en encontrar un conductor que no usa las señales con intermitentes obligatorias según el código.
¿Quien puede garantizar que los conductores serían más rigurosos en el uso de las luces diurnas?
Me temo, que para muchas personas, la obligación de usar luces les supondría una cierta merma en la atención que prestan a la conducción, ya que, por ejemplo al adelantar, si no ven unas luces en la lejanía, tendrán la tentación de pensar que no viene ningún vehículo y realizaran las maniobras… ¿que pasara si viene alguien sin las luces encendida porque se ha olvidado o no le da la gana?, la suposición de que todo el mundo va a usar las luces es muy peligrosa, y pensar que todo el mundo cumplirá la norma es tan ingenuo como pensar que todo el mundo usa los intermitentes correctamente.
Osea, que en realidad solo se lograría aumentar el consumo de los vehículos, ¿a quien beneficiaria?
Cuarto; Los vehículos sin carnet.
Ya, son pequeños, lentos, abultan poco y son un riesgo menor en la circulación.
Quién es el genio que ha supuesto que una persona, de avanzada edad, incapacitada para obtener el permiso o analfabeta, o que jamas ha sido capaz de aprobar los exámenes de conducción, va a ser un riego menor en las carreteras por conducir un vehículo ligero y lento.
Las anécdotas sobre estos vehículos son incontables, una; una buena señora de unos ochenta años, que circulaba en sentido contrario por una glorieta porque le resultaba mas próxima la salida que quería, en vez de dar la vuelta a toda la rotonda, y que encima gesticulaba y gritaba a los conductores porque no la respetaban por su edad.
Quizás sea cierto que no hay accidentes que impliquen a estos cochecitos, pero estoy seguro que están en el origen de muchos accidentes, vamos, que no nos la pegamos los demás por pura suerte.
Es más, porque se les permite circular a ellos por el echo de poder pagar 10.000 euros por el coche, y no se permite conducir correctamente sin carnet, este doble rasero es muy llamativo.
Lo que habría que valorar no es tener o no el permiso, sino la forma en que se conduce, pero eso es muy difícil de valorar administrativamente, claro, es más fácil multar por la falta de un trámite administrativo y hacer la trampa de los mini coches.
Sexto; Lo navegadores.
Quisiera que alguien me explicara el porque es menos arriesgado conducir mirando una pantallita y manipulando el navegador, haciendo maniobras extrañas y sin prestar atención a las condiciones del trafico, sino estando pendiente de a ver por donde se tiene que ir.
Y usar un móvil si es muy peligroso.
Ya, los estudios dicen que... ¿quien ha pagado esos estudios?
Nadie que halla conducido detrás de alguien que iba pendiente del navegador puede creer que estos cacharritos no sean un riesgo para la circulación, salvo que el también sea un usuario habitual del inventito o los venda, claro esta.
En ese caso no lo reconocerá, por supuesto.
Seis, solo seis ejemplos de la hipocresía de las autoridades, más interesadas en la recaudación que en la seguridad.
Seis ejemplos de los dobles raseros aplicado, siempre por un buen motivo. Por ejemplo el dinero. Para considerar que es seguro y que no.
Y ejemplos de la maniqueista hipocresía de esas fundaciones por la seguridad vial que se han puesto tan de moda al la sombra de terrorismo informativo alrededor de las víctimas del tráfico. Y que ciertos medios de comunicación ejercen.
El sumun de esta hipocresía es vender navegadores para el coche que avisan de los puntos negros, con el “sello” de tales fundaciones. ¿Y el riesgo que supone el mismo hecho de usar el cacharrito?, no, eso no importa, porque claro, hay que usarlo correctamente y que estén avalados por ellos es una garantía, claro.
Ya, y los niños vienen de París y son dejados por la cigüeña debajo de una col.
A mi personalmente, me gustaría que ademas de las víctimas del trafico, no dieran cumplida información, casi diaria, de los accidentes laborales, por ejemplo, y que prestaran tanta atención a su seguimiento y prevención como al negocio de las cuatro ruedas.
Pero claro, ¿como coño le ponemos un radar para recaudar a los excesos cometidos por ciertos patronos, con consecuencias de accidente y muerte?
Eso es muy difícil, ¿verdad?