¿De que va esto?

¿Que de que va esto?. Pues... Decía don Alberto — Einstein, por supuesto— que; “Mi vida es una cosa sencilla que podría no interesar a nadie. Es un hecho probado que nací, y eso es todo lo que es necesario saber”.

Yo soy mucho menos interesante que él, y además tengo el muy grave defecto de no callarme ni debajo del agua.

Así tengo de enemigos y un puñado de amigos.

Por eso esta y otras páginas van a ir de mis obsesiones personales; la fotografía, los Macintosh, mi gata, la ciencia ficción en la literatura, la libertad de opinión y expresión…

Y cada una de ellas tendrá su sitio, bien organizadito y a veces con afán de lucro, ¡que soy pobre!¡que puñetas!

¿Le interesara a alguien? bueno, eso deberá decidirlo en cada caso el observador.

LosAtrabiliariospuntoORG? será el lugar donde opinare sobre lo divino y lo humano, y sobre todo tocare los adjuntos a tanta mente bien pensante que por el pellejo bovino campa a su aire.

Puedo irritarle o puedo agradarle, pero por favor, no me pida que me calle si no pienso como usted.

Advertido queda.


Aviso a netvegantes (?).


Odio, odio, odio a Piter Pan… digo… odio la censura.


Puedo cambiar de canal, pasar la pagina o apagar la radio, pero nunca le negaría la oportunidad de expresarse libremente ni al más repugnante impresentable… bueno, a Ansar le deseo una buena laringitis.


En esta página nunca censuro a nadie, jamas… en todo caso… puedo contestar y aténganse a las consecuencias el opinante, por algo esta es mi casa.


Si alguien escribe un comentario y no lo ve publicado solo puede obedecer a dos motivos:

Uno, fallo técnico, informático o de sistema.

Y dos, no se me ocurre ningún otro motivo posible por mi parte.


Así que se diera que no se publica un comentario, en este casos agradeceré que se me notifique por las cuentas de correo para subsanar el fallo.


Gracias… o no, oiga.

jueves, 20 de agosto de 2009

Ahora que lo exportamos, el jamón es cancerígeno.

Eso dicen unos enteradillos de un supuesto Fondo Mundial de Estudio del Cancer. —Al oír la opinión de una de estas organizaciones hay que enterarse bien de quienes son y mucho más importante, quién les financia, antes de tomarla en consideración —.


Dicen que el consumo de jamón — en general las carnes saladas, ahumadas y curadas — en la infancia tiene relación con desarrollar cáncer de colon y recto en la edad avanzada.


Pos muy bien.


Yo, la verdad es que estoy a salvo según ellos ya que de pequeño no consumí ni de lejos los setenta gramos semanales que aconsejan no superar.

Mi casa era una casa de obrero de los sesenta, donde comer un pollo asado los domingos era todo un lujo asiático y solo posible gracias a las muchas horas extras y el pluriempleo de mi padre.


El jamón ni olerlo, claro.


Lo descubrí ya de mayorcito así que si desarrollo un cáncer de recto será por la cantidad de veces que me han dado por culo con gilipolleces como esta.


Vamos a ver.

Me acuerdo cuando la mantequilla era malísima y había que consumir margarina — bueno, al precio que estaba la mantequilla no había quien la oliera, como el jamón, claro —, luego cuando en las multinacionales europeas empezó a sobrar mantequilla, no solo nos obligaron a reducir la cuota láctea— en un país que no cubre su necesidades mínimas de consumo con su producción de lácteos —, y de golpe la mantequilla fue buenísima.

El pescado azul era un asco y había que consumir pescado blanco que era el más mejor para niños, enfermos y ancianos, hasta que la flota gabacha se hizo con los caladeros de sardinas y boquerones europeos — por las buenas o las malas, como siguen haciendo con la anchoa, para ellos no hay paro biológico —. Desde entonces el pescado azul es una maravilla.

El aceite de semillas era el más saludable hasta que se reorganizo el mercado europeo del aceite, quedando en manos de las multinacionales italianas, entonces la dieta mediterránea a base de pescado azul y aceite de oliva se volvió cardio saludable.

Cuando la producción estabulada de pollo se hizo con el mercado, la carne roja fue veneno y el cerdo — tan santo que de él nos gustan hasta los andares, que mira que son sexis los jamones de un buen conchón — un concentrado de colesterol.


Y hasta ahora con el jamón nadie se había metido. Hasta que cuatro congresistas yanquis vinieron a probarlo y se abrió el mercado yuesei al jamón y otras delicias del puerco — del bueno, que hoy no hablo de políticos —.


Y ahora es una cosa mala, tóxica y cancerígena.


¿Cancerígeno? ¡Ya!


Sí, pero cuando lees el presunto informe de marras te enteras que no hay relación demostrada entre comer jamón de crío y tener cáncer de viejo, solo es una estadística basada en algo así como que algunos enfermos de cáncer de colón comieron jamón a lo largo de su vida… Jamón, morcillas, calamares, judiones del barco, etc.

Todo es cancerígeno, claro.

Ya, si yo como cinco pollos y los otros cuatro comensales no comen nada, hemos comido un pollo cada uno, ya lo se.


Y luego rematan la jugada cuando dicen que la relación no está entre el Jamón y el cáncer, sino entre los aditivos y conservantes que algunos productores industriales de jamón añaden a sus productos durante la curación.

Productores industriales que han proliferado con la aparición de los nuevos mercados, productores industriales generalmente propiedad de multinacionales.


Más claro; un gijuelo no es cancerígeno, sino los conservante y demás químicos que usan los horados productores industriales.


Osea, que lo que es cancerígeno es ser pobre y no poder comer un cinco jotas sino el de oferta del carrifur — gabacho, por cierto — a 4’59 el kilo.


Al final, si yo pillo cáncer de culo será por haber sido niño pobre y no por no haber comido jamón.

Y los críos de hoy que tengan cáncer de culo dentro de cuarenta años, lo pillaran por la mierda añadida al jamón de oferta y no por la malignidad del santo porcón.


Bueno, yo seguiré comiendo jamón, ponga como se ponga el del seguro porque miren ustedes, a estas alturas, si me muero será por un millón de cosas y no por disfrutar del último placer que me queda en la vida; comer lo que me apetezca.

Si el colesterol me mata, al menos lo habré disfrutado, pero si me matan las radiaciones de la antena de telefonía de delante de mi casa, seguro que no le habré sacado ningún beneficio de ello, — ellos sí, seguro —.


Bien pensado… ¡Sí, el jamón es malo, pero malísimo! y ojalá lo prohiban en yuesei y en toda Europa. Así el que quede se pondrá a un precio asequible y me podré poner ciego a pata negra.


Ojalá.


Jorge Díaz

2 comentarios:

  1. Tengo la esperanza de vivir lo suficiente como para que se reconozca que el colesterol "malo" es "bueno". ¡Tiempo al tiempo!
    Saludos

    PD: Por mucho que me digan, lo peor para la salud es el hambre.
    PPD: Si es solo por la antena de telefonia, te garantizo cien años de vida, como minimo.

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  2. Quizas si, quizas no.

    Las antenas, como los tendidos de alta tension o simplemente los "toros" formados por las instalaciones en las casa, forman campos electromagneticos, que por su intensidad y cercania son completamente desconocidos para la biologia evolutiva humana — o animal —, puede que sean inocuos, o puede que no.

    El problema es que no hemos evolucionado para "soportarlos" y es imposible saber como nos afectaran.

    Hilando fino y enlazando con el otro tema, el sindrome de inmunoinsulimia es eso precisamente, hemos evolucionado durante millones de años como primates basicamente carnivoros, pero llevamos varios miles de años intentando volvernos vegetarianos y eso es malo para nuestro organismo.

    Cuanto más peligrosa puede ser las radiaciones que solo llevamos unas decadas soportando.

    El problema es que no sabemos si puede o no ser dañino pero no importa, el progreso ante todo.

    Asi nos va.

    En fin, prefiero envenenarme con pate de higado y serrano a hacerlo con otras cosas que no me aportan ningun placer.

    Jorge Diaz

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