Justificaciones para la seguridad.

Hace unos días, un pringadillo… aunque… no tan pringadillo ya que era un niño bien, hijo de un banquero. Con estudios en varias importantes universidades de ringo rango internacional y bastante forrado, se le ocurrió ponerse unos calzoncillos muy calientes, subirse a un avión en un aeropuerto escandinavo con destino en los yanquisyueseis e intentar volarlo — ¿volar un avión en vuelo no es una redundancia?—.

Curiosamente, los calzoncillos fallaron, se incendiaron quemándole los güegos y recibiendo la del pulpo por parte de algunos pasajeros.

Sobre todo por parte de un australiano, que muy inteligente él, se dio cuenta de que el interfecto era sospechoso.

El turista se ha hinchado a conceder entrevistas — de pago, of curse —, mientras que el departamento de estado ha manifestado que “hacia tiempo que seguían” al supuesto terrorista, que figuraba en una lista de “personas sospechosas peligrosas” relacionadas con “alhi te quedas”.

Sus entrañables aliados al servicio de su graciosa mallestic también le tenían bajo control, pero no dijeron nada tampoco.

Item más, hemos sabido que el padre — ¡viva el amor paterno filial! — había “avisado” a las autoridades sobre la actitud fanática de su hijo y que “probablemente” iba a hacer algo malo, porque había estado en el maloso Yemen y podía haber sido reclutado.

Ya, ya, ya.

Para empezar, es curioso que un señor que ha estudiado ingeniería en algunas de las más prestigiosas universidades y que ha sido capaz de formular un explosivo que no es detectable por los sofisticados sistemas de seguridad de uno de los aeropuertos más seguros de Europa — y paranoico —, ni por los perros entrenados o guardias cacheadores. Capaz de crear un mecanismo de detonación indetectable, halla fallado tan estrepitosamente.

Es curioso y todo un milagro.

Es más curioso que su padre, banquero Nigeriano, si no me equivoco al recordar,  quiera menos a su hijo y a Ala, que a los yuesei y denuncie a su hijo.

Quizás quiere más a sus negocios, no sería raro.

Más curioso aún es que habiendo sido avisadas las autoridades, y siendo el nano un individuo sospechoso y fichado, no le detectaran en ningún lado, sobre todo cuando es obligatorio que las compañías aéreas den con anterioridad al embarque todos los datos de sus pasajeros en los viajes con destinos yanquis.

Más curioso aún si cabe es que el terrorista halla salido por su pie del avión, con mínimas quemaduras, y prácticamente indemne.

Sabiendo como se las gastan en las líneas aéreas, sobre todo con destino en yanquilandia, que por beberse dos botellitas — a precio de escocés de veinticinco años — de más y pasar demasiado rato mareado en el vater te reducen a óstias. Y que para que negarlo, si yo veo a un terrorista a mi lado en un avión, le parto el cuello de un bastonazo.

Y eso que yo soy un ser pacifico lo más alejado posible de un patriota yanqui.

Aparte, que… ¿no habían puesto guardias armados en los aviones con destino en yanquilandia? No, claro, no hay bastante personal, de ahí el éxito de ese ejercito privado de aguas negras que presume de que si se acaba la guerra en Afganistan o Irak “siempre habrá otras guerras”, privadas, añado.

Bueno, que salió muy ileso el tío, ¿no?

Desde el dos mil uno, no ha habido ni un solo atentado o intento de atentado en aviones, y pese a ello, las medidas de seguridad paranoicas se han implantado y endurecido periódicamente hasta alcanzar extremos de absoluta estupidez.

¿Alguien se ha parado a ver el cuestionario obligatorio para cualquier pasajero que visite los USA?

¿Alguien recuerda que hasta miembros de la familia real tuvieron que demostrar quien eran porque eran sospechosos? — para mi lo son y mucho, pero por motivos distintos —.

Así que la opinión pública mundial empezaba a estar un poco hasta los cojones de la paranoya yanqui, dada su inutilidad y lo molestas que son.

Las compañías aéreas — yanquis no — llevan tiempo quejándose de la perdida de viajeros que las medidas les ocasionan en momentos de crisis.

Díaz Ferranz no le ha echado aún la culpa de su quiebra a esto, pero seguro que es porque no se le ha ocurrido.

Pero lejos de reconocer que hoy lo más fácil para volar un rascacielos en manjatan es alquilar un reactor privado, y que si de verdad hubiera seguridad aérea no se podría intentar introducir cuatro toneladas de coca en los pales de un cargamento de flor natural de Colombia.

Lejos de reconocer los auténticos motivos para tanto registro y para que, por ejemplo, no puedas llevar una botella de agua y tengas que comprarla a precio de Moet y Chandon en el avión. Lejos de reconocer el absurdo de todo esto. Ultimamente se empeñaban en implantar un nuevo tipo de escaner — unos potentes y dañinos rayos equis, aunque hay un sistema basado en ultrasonidos — que, literalmente, desnuda al pasajero, privándole de la más mínima dignidad que hasta ahora le quedaba y obviando el derecho que en todos los países más o menos serios — no como en Israel, donde se lían a tiros con tu mochila si les pareces rarito — dan a todo viajero, haciendo que para que una persona pueda ser registrada y desnudada deba ser detenido y por tanto, tenga derecho a asistencia y tutela jurídica.

Ante tal dislate, la mayoría de los aeropuertos de la Europa de los mercaderes se habían negado a comprar el escáner — made in usa, por cierto — e implantarlo.

¡Pero cachis ya! Ahora resulta que los medios técnicos de detección, considerados por todas las autoridades aeroportuarias europeas más que suficientes, no son efectivos para este nuevo tipo de amenaza terrorista.

Encima, la misma mema opinión pública que hace dos meses se escandalizaban ante la propuesta de este escáner, ahora se muestra “…de acuerdo con ello, si es para que estemos todos más seguros…”, un gilipollas de la OCU así lo ha manifestado aunque ya se habían oído opiniones parecidas de pasajeros normales.

Ahora la opinión pública consultada se muestra de acuerdo con el escáner y con la medida anunciada por ciertas compañías que prohibirán a los pasajeros que se muevan de su asiento en la hora y media después del despegue y antes del aterrizaje en todos los vuelos con destino yanqui.

¿Y si tienes incontinencia o diarrea?

Otras compañías se han mostrado dispuestas a adoptar estas mismas medidas.

¿Y que será lo próximo? ¿atar al pasaje tras desnudarlos?

No ha mucho hablaban de hacer volar a los pasajeros de pie, ¿porque no con unos arreos a los Hanibal el canibal? Aunque aquello era para abaratar costes.

De momento dicen que van a prohibir todo equipaje de mano… ya, y así podrán perder ordenadores, cámaras, y otros objetos delicados que llevamos en el equipaje de mano… a no ser que paguemos un  seguro extra que con toda probabilidad ya tienen preparado.

Será que soy un loco paranoico que ve conspiraciones por todas partes, pero oiga, yo estoy muy seguro de que las coincidencias no existen y cuando algo suena raro es por  que es raro.

Afortunadamente yo no vuelo, y jamas de los jamases iría a los yuesei, que seguro que acabaría en Guantanamo, que decía el Negro que lo cerraría, pero ahí sigue. Y si no a los cientos de “instalaciones de retención secretas” que por ejemplo hay en Marruecos y por eso se les permite quedarse con el Sahara.

Por cierto y para terminar. ¿A alguien le extraña que las personas torturadas en Guantanamo y que han sido liberadas, se halla ido a unirse a los “terroristas” en el Yemen de donde salió el pringadillo?

La mejor forma de crear terroristas insurgentes es la represión y la tortura arbitraria.

Jorge Díaz