En los últimos tiempos esta habiendo movimientos, saludados como positivos y saludables para la economía y por tanto la sociedad (?), pero que a poco que meditemos sobre a donde llevan ponen los pelos de punta.
Se habla de la “concentraciones empresariales”, que viene a ser que las empresas grandes, con distintos dueños y políticas, se convierten en empresas enormes con un solo dueño y una sola política.
Lo estamos viendo en el sector bancario donde se está promocionando una “concentración” de la cajas de ahorros para, teóricamente, fortalecerlas ante la crisis.
En la práctica simplemente consiste en dos frentes; por un lado menos empleados — empleados, que no trabajadores. Los empleados son cosas de usar y tirar mientras que los trabajadores pueden parecer seres humanos, aunque como no lo son tampoco ¿a quién le importan? — y menos gastos en oficinas, y por otro menos opciones de elección para los usuarios que tendrán un solo trágala al que plegarse.
Pero lo más preocupante es el proceso de concentración empresarial entre sectores como ha empezado a ocurrir con cierto semi monopolio eléctrico que se ha fusionado con otro semi monopolio del gas.
Esto abre el camino a los TRANSMONOPOLIOS.
Un monopolio es una cosa muy fea para los usuarios y muy buena para los oligarcas, que consiste en que, lo quieras o no, no tienes más remedio que contratar el servicio a ese proveedor, o simplemente no tener el servicio.
Esto implica un servicio deficiente, caro y poco satisfactorio que va en contra de toda regla de la competencia o simplemente del juego democrático.
Un transmonopolio seria un lo mismo salvo que en vez de limitarse a prestar un servicio en un determinado sector de la economía o la industria, lo hace en varios… o todos.
Estamos empezando por el suministro eléctrico y de combustibles domésticos, ademas de los servicios (?) bancarios, pero no tardara mucho en verse como se va extendiendo el conglomerado a otros servicios.
Pronto aparecerán grupos de empresas que suministraran electricidad, gas, agua, telefonía, gasolinas, medios de comunicación, todo…
Con lo cual se nos venderán la gran comodidad de tener todas nuestras necesidades unificadas en un solo recibo y un solo proveedor, pero en realidad será una especie de coacción continua en términos de “tienes que tragar con lo que te digamos o te quedas sin nada, viviendo como en las cavernas”.
Algo así como esas pelis de espagueti güester en las que el pistolero bueno llega a un pueblo que vive en el terror de un terrateniente que les emplea a todos pagándoles lo que quiere y encima controla los suministros que vende carísimos, lo implica que apenas pueden pagar lo que quiera venderles.
Salvo que a nosotros no nos salvara ningún Clin Esvod.
¿Exagero?
Ya. Sí yo lo se. Para evitar esto existen las leyes de la competencia y el sistema de libre mercado, ¿verdad?
Sí, claro… como en la gasolinas o telefonías, ¿verdad?
Hay varios proveedores pero curiosamente todos venden los mismos productos al mismo precio de tal modo que da igual a cual lo compres, porque todos son lo mismo al mismo precio.
En la práctica, la supuesta competencia solo se diferencia del anterior sistema de monopolio del estado en que antes dependía del gobierno fijar los precios y que los beneficios revertían en el estado, mientras que ahora solo depende de las ansias de beneficio de los oligarcas, que permanecen en el anonimato lucrándose como cerdos.
Todos sabemos, porque han sido condenados y multados en varias ocasiones, que los proveedores de gasolinas y telefonía pactan entre ladrones las condiciones de venta y los precios, sin que la supuesta competencia exista en ningún caso.
Para ellos, las tímidas multas por estas prácticas que de cuando en cuando se les impone, por eso de limpiar los expedientes, no son más que un pequeño gasto más en las cuentas de las empresas.
Al igual que los sobornos y prevaricaciones para que nadie legisle en contra de sus intereses.
Es a estas cosas a las que se refieren cuando hablan de tener muchos gastos cuando baja el petróleo y ellos suben la gasofa.
Item más, si escarbamos un poco nos damos cuentas que los grupos de accionistas que controlas las distintas empresas son los mismos en todas ellas con lo que en realidad, las múltiples empresas en realidad pertenecen a los mismos dueños.
El porqué se mantiene la ilusión de diversidad en el mercado es algo que solo se explica como un método para mantener una cierta paz social entre el ganado consumidor, que así piensan que gozan de una mínima libertad de elección.
Así que cuando se consoliden los transmonopolios veremos como se nos contara que existe libertad de elección y competencia en el mercado porque existirán varios transmonopolios; el ‘A’, el ‘B’, el ‘C’… etc.
Pero en realidad todos pertenecerán a los mismo grupos inversores en manos de los mismos oligarcas discretos que a través de estos grupos empresariales controlaran absolutamente toda la economía de uno o muchos países.
Así están las cosas, y si dejamos que sigan adelante nos mereceremos lo que nos pase… por gilipollas ovinos.
Aunque claro, siempre es posible que yo sea un sicótico paranoico y alucinado, ¿verdad?
Pero… ¿que pasaría si tuviera la razón? ¿eh?
Píenselo, oiga.
Jorge Díaz
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